Hay dos grupos de desinencias para conjugar los verbos: desinencia de pasado y desinencia de presente. Estas desinencias se difieren sólo en tercera persona del singular (3S):

de pasado de presente
1S. -am -am
2S. -i -i
3S. - -ad
1P. -im -im
2P. -id -id
3P. -and -and

Estas desinencias son enclíticas. Es decir, en contra de un sufijo, son átonos y no cambian la posición del acento (como «me» en «aconséjame»). En persa, el acento recae en la última sílaba pero estas desinencias, siendo enclíticas, no traen el acento en la última sílaba y por lo tanto, el acento recae en la penúltima sílaba. Ejemplo: ne-veš-tam (y no: ne-veš-tam).

Posición en oraciones

Al igual que latín, en persa, el orden de los constituyentes de la oración es normalmente Sujeto-Objeto-Verbo. Es decir, el verbo normalmente va al final de la oración. Otras formas como Sujeto-Verbo-Objeto o incluso Verbo-Sujeto-Objeto se usan para resaltar la importancia que el hablante da al primer constituyente o por razones de estilo literario.

Negación

Los verbos se niegan por el adverbio «na» (no). Pero, en persa, «na» se escribe ligado al verbo.

dâdam
(di)
nadâdam
(no di)

Cuando un verbo se empieza por las vocales «â, o, u», un «y» aparece delante de «na».

âmadam
(vine)
nayâmadam
(no vine)
oftâd
(cayó)
nayoftâd
(no cayó)

En persa de Irán, «na» se hace «ne» detrás de «mi» del imperfectivo.

migoft
(decía)
nemigoft
(no decía)